martes, 18 de diciembre de 2012

¡Pingüinos!

Queda menos de un mes para la gran fiesta que supone la concentración invernal Pingüinos en Valladolid.
 
Y digo gran fiesta porque es realmente de lo que se trata. Quien no ha ido nunca te pregunta: "¿Y qué hacéis allí, en un pinar, todo un fin de semana en pleno mes de enero, con la que estará cayendo?" Porque no se trata de un evento deportivo al estilo Jerez o Montmeló, en esta ocasión la gente no va a ver a sus superestrellas favoritas luchando sobre sus motos de competición (aunque todos los años alguno se acerca asombrado a saludarnos). Cuantos se acercan por el pinar de la concentración lo hacen por el puro placer de ir hasta allí sobre sus monturas, encontrarse con antiguos amigos, hacer otros tantos nuevos, y disfrutar de la compañia de unos y otros.   
 
Y entre tanto, participar del espectáculo que supone congregar a unas 25.000 personas de absolutamente todas las categorías imaginables, unidas por la moto. Es imposible aburrirse en una "ciudad" que se crea en medio de la nada y vuelve a desaparecer pasada la concentración; toda una ciudad, sí, con las infraestructuras que supone albergar la más numerosa concentración motociclista invernal internacional del mundo. Deberían pasarse por el pinar los organizadores de otros eventos multitudinarios, pues tiene mérito que no tengas -si no lo deseas- que salir del área de la concentración en días porque no eches nada de menos...
 
Nosotros hace unos años que no vamos (aún no conocemos el área de Pinarón), pero sabemos que es sólo un paréntesis obligado por circunstancias familiares, y muestra de que "engancha" es que Isabel, mi mujer, la más friolera del mundo, disfruta como yo estando allí, y está deseando que Pablo se saque el carnet para poder volver en familia y enseñar a nuestros hijos "qué hacemos allí...".
 
No olvidamos los amigos que hemos hecho al calor de las hogueras, algunos de una sola edición y ya en nuestro recuerdo para siempre (tengo que devolverte la linterna, Agapito, ¡gracias!). Como no van a caber todos, una foto homenaje a todos ellos: ¡lo grande que debe estar ya tu hijo, Jaime! Un abrazo y contad con vernos por allí de nuevo, quién sabe si no este mismo año.  Nos vemos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario